Por Margarita Guerra, Gerente Regional de Potencia tu Agroempresa, y Juan Carlos Thomas, Vicepresidente de Emprendimiento y Nuevos Negocios en TechnoServe

Valentina, una pequeña productora de Puebla, México, tenía solo dos semanas para preparar su terreno antes de que iniciara la temporada de lluvias. Necesitaba alrededor de 2.000 dólares para comenzar y le resultaba muy difícil reunir el dinero en tan poco tiempo. Como muchos agricultores de su comunidad, nunca había podido acceder a crédito formal: las instituciones financieras consideran a los pequeños productores como inversiones de alto riesgo, y los procesos de solicitud suelen presentar numerosos obstáculos.
Su historia refleja la realidad de millones de pequeños productores en América Latina que siguen excluidos de las herramientas y oportunidades que podrían ayudarles a desbloquear su potencial productivo y de ingresos. A pesar de ser responsables de la mitad de la producción de alimentos en la región, enfrentan grandes desafíos como brechas de productividad, riesgos relacionados con el clima y acceso limitado a la innovación.
En la era tecnológica actual, está surgiendo un sector dinámico de startups en AgriFoodTech, que abarca innovaciones que están mejorando, transformando y revolucionando los sistemas alimentarios y agrícolas a lo largo de las cadenas de valor. Al mismo tiempo, América Latina se está convirtiendo en un punto clave para la inversión en AgriFoodTech: más de 2.500 startups recaudaron 7.300 millones de dólares entre 2018 y 2022.
Sin embargo, gran parte de esta actividad se concentra en atender a agricultores a gran escala en Brasil, México y Chile, mientras que los pequeños productores de la región continúan siendo excluidos.
Si realmente queremos mejorar la seguridad alimentaria, aumentar la resiliencia y construir economías rurales sostenibles, debemos preguntarnos: ¿a quién está sirviendo realmente el AgriFoodTech? ¿Y cómo puede este campo emergente hacerlo mejor por los pequeños productores, quienes son la columna vertebral de la producción de alimentos en la región?
A partir de la experiencia del programa regional Potencia tu Agroempresa de TechnoServe —que apoya a startups que integran desde el inicio a pequeños productores en sus modelos de negocio—, hemos identificado seis estrategias que pueden ayudar a cerrar la brecha entre la innovación y la realidad del campo, generando resultados significativos tanto para las familias rurales como para los modelos de negocio.
Seis estrategias prácticas para una innovación inclusiva
Claridad en el modelo de negocio
Las soluciones deben tener sentido financiero para los pequeños productores. ¿La tecnología les permite acceder a financiamiento, aumentar la productividad, llegar a nuevos mercados o reducir riesgos? Muchas herramientas no reflejan la realidad diaria de una finca pequeña. Desde los niveles de alfabetización digital hasta el tamaño de las parcelas y los patrones de toma de decisiones, las startups deben diseñar herramientas e interfaces que respondan a las necesidades y realidades de los pequeños productores.
Igualmente importante: el modelo de negocio también debe ser claro para la startup. Ya sea que se trate de abrir un nuevo segmento de clientes, reducir riesgos u otra razón, debe haber un argumento financiero sólido para trabajar con pequeños productores.
Apoyar la adopción tecnológica
Co-diseño con compradores
Diversificar las fuentes de capital
Priorizar la medición de impacto
Construir ecosistemas
Poner estos principios en práctica
En México, agentes de la fintech IncluirTec se reúnen con pequeños productores en sus fincas. Allí mismo los acompañan a completar la solicitud de crédito—sin necesidad de internet, gracias a la funcionalidad offline de la tecnología. Esto permitió que Valentina solicitara y recibiera un crédito formal por primera vez. Al mismo tiempo, IncluirTec logró acceder a un nuevo segmento de clientes hasta ahora desatendido por el sector financiero formal.
En Colombia, Wseeds diseñó una herramienta de trazabilidad y monitoreo que satisface las necesidades de datos en tiempo real de las empresas agroexportadoras, pero que también es accesible para pequeños proveedores: pueden enviar reportes por texto o mensajes de voz a través de WhatsApp. Otra startup acelerada por el programa, WËIA, ofrece créditos tipo «siembra ahora, paga después», que permiten a los productores acceder a insumos y pagar tras la cosecha.
Estos modelos de negocio pueden ser rentables y generar impacto. Potencia tu Agroempresa ha apoyado a startups en Colombia, México, Chile y Guatemala a través de un modelo que combina asesoría estratégica, conexiones con fuentes de financiamiento y pilotos facilitados con compradores como Danone y Walmart. En su primera cohorte (2023–2024), más de la mitad de las startups participantes consiguieron capital, levantando en total 748.500 dólares en subvenciones, préstamos e inversiones.
El programa también ha entregado resultados sólidos para las comunidades rurales. Las startups apoyaron a más de 3.000 productores con formación, ayudaron a rastrear 18.000 cabezas de ganado con sistemas de trazabilidad y promovieron la restauración o transición de 1.800 hectáreas hacia suelos que capturan carbono.
Las herramientas ya existen. Ahora debemos escalarlas—con la inclusión en el centro.
Se utilizó un seudónimo para proteger la identidad e integridad de la productora destacada en esta historia.